Dos ambientes relacionados entre si, un comedor, en el que se muestra una mesa preparada para la cena de Navidad, los platos llenos de ovillos a modo de comida, hilos de plata entrelazados con la cubertería. Un árbol de Navidad diferente recoge debajo los regalos que guardan en su interior más ovillos.
El otro ambiente, más cálido y acogedor, muestra la habitación contigua al comedor, una pequeña sala de estar con su chimenea y una librería. En el suelo libros de labores y cestas llenas de ovillos, recrean un escenario idóneo para pasar las frías tardes de invierno.
Como elemento unificador de ambos escaparates, a demás del color gris del fondo, hemos creado dos elementos decorativos, la mesa de comedor y la chimenea, elaborados con cuerda creando la silueta, de esta manera conseguimos crear un espacio definido sin tener que utilizar nuestro espacio del escaparate para poder exponer todo el producto.